Hombre del siglo XX

El PREPOTENTE!
Conquistador de estrellas…
¡Amo y señor de la cibernetica!
Vencedor de grandes barreras;
Superas a las aves en su vuelo
¡Dios del fuego y del trueno en gran cadena!
Por Einstein y por ti “emhorabuena”
Nada te detiene…
ni el aire, ni el agua ni el cielo,
casi todo lo dominas;
juegas con las ondas del sonido
y Hertz marc{o otra senda que caminas.
¿Que has hecho con tu paladar?
¡Sólo comerciar!
Produces alimentos alterados
qye intoxican sin piedad a todo humano;
sigue pues con tus hijos “endrogados”.
Corre y sal a divertirte muy ufano.
La naturaleza es un portento
y complicas todo con lo artificial,
tu prisa es castigo, es tormento,
no vives, no gozas con tranquilidad.
Olvidas que eres humano y eres mortal
¡Hombre del siglo XX!
¡DECADENTE!
Fabricas bombas muy estilizadas
que respetan edificios y lo inerte;
no te importa destruir vidas sagradas,
ni dejar por doquier caos y muerte;
sólo importa tu ley:
¡LA LEY DEL MAS FUERTE!
En todas las filosofias has fallado,
el rico es más rico y el pobre
más pobre.
Hay guerras, carencias y vida insalubre;
la violencia surge porque hace falta trabajo
y el hombre sigue explotado por el hombre.
Sigue con tus humos y tus estridencias,
termina de una vez con tus sentidos
y acaba ya con tu impaciencia, anda…
¡NO TIEMBES! … Oprime el sin temor
aquel boton que dará fin a tu existencia.
¡Hombre del siglo XX!
¡INSOLENTE!
Reconoce, estás frustrado,
te lo digo frente a frente: ¡HAS FALLADO!
Hace tiempo que el rumbo perdiste.
¿Que has hecho con la fe y con el amor?
Y de tu Dios… Dime, ¿qué hiciste?
No busques caminos muy fáciles,
sé receptivo ante las fuerzas cósmicas.
Tu puedes surgir como los grandes
y cumplir fielmente con tu gran destino.
Sacúdete las programaciones falsas,
cambia las aberraciones de tu tiempo,
observa y cumple las leyes naturales
¡alza tu voz! y grita, ¡grita!
¡Grita! con todo tu aliento,
¡GRITA! QUE TODOS ESTAN EQUIVOCADOS.
Tu espiritu es el hálito sagrado
que te hace superior a toda bestia,
reinvindícate como ente razonado,
refuerza la confianza y la fe en ti mismo,
Tienes que aceptar tu compromiso
liberando con valor tus egoísmos.
¡Hombre del siglo XX!
¡DETENTE!
Analiza tus poderes y tu origen,
la razón de tu existencia y de tu estírpe.
¿A caso tu destino es destruirte?
Dija ya de perseguir quimeras,
la luz de la verdad está en tu mente,
con ella podrás llegar a donde quieras.
No esperes encontrar paz en lo que tienes,
ni amor con actitudes agresivas;
la felicidad no esta muy escondida,
no la busques en bienes terrenales
sino en ti y en esa fe perdida.
Conjuga pues tu voluntad con reflexion,
energía, espíritu y mente
y de tus labios saldrá la solución
que te hará en verdad, ¡omnipotente!
¡hombre del siglo XX!

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